El uso y actitudes de consumo de contenidos digitales en España 2021

¿Cómo ha evolucionado el uso y consumo de los contenidos digitales en España?

El uso y actitudes de consumo de contenidos digitales en España 2021

El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) ha publicado una nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España, en la cual se recogen las principales tendencias de los hábitos de consumo de contenidos digitales en 2021 y su evolución en los últimos cinco años.

Muchos eran los países que ya habían implementado el eCommerce o Comercio Electrónico, pero en algunos otros, como es el caso de España, no era tan grande el porcentaje de empresas que usaban esta tecnología hasta ahora, debido al COVID-19, que aumentó su uso de una manera abismal.

El objetivo de este artículo e informe es:

  • Conocer la demanda, las formas de consumo de la población española respecto a los contenidos digitales, sus preferencias, predisposición al pago, oportunidades y retos.
  • Detectar los impulsores e inhibidores de la industria de contenidos digitales para concretar las medidas a poner en marcha a través de la Agenda España Digital 2025.
  • Detectar el nivel de alfabetización mediática y el riesgo de desinformación de la sociedad española y establecer comparativas con la realidad europea.
  • Definir qué parámetros tecnológicos influyen positiva o negativamente en los niveles de bienestar de la población.

Todo ello para dar respuesta a estos objetivos, el estudio se divide en cuatro fases, cada una protagonizada por una técnica de estudio diferente: revisión bibliográfica, estudio cualitativo, encuesta y comparación con series temporales.

Acceso a contenido online 

El acceso a internet, acorde con otros estudios analizados en la revisión documental, es ya un aspecto generalizado entre grandes segmentos de la población en España.

Sin embargo, todavía existen un gran número de personas, en especial las personas de mayor edad y en ámbitos más rurales, que aún están alejadas de internet y las tecnologías de la comunicación. De esta forma, mientras que entre los más jóvenes el acceso a internet varias veces al día es prácticamente universal, a partir de los 75 años el empleo diario de internet decae sensiblemente.

Esta facilidad para acceder a Internet y contenido online, se debe en parte por la profusión e implantación del servicio de banda ancha en los hogares, pero, sobre todo, por la expansión del móvil como instrumento polifuncional conectado de continuo con internet el elemento que más ha favorecido la irrupción de internet en nuestra vida diaria.

La facilidad de acceso a internet y a las nuevas tecnologías de comunicación ha favorecido la ampliación del consumo de contenidos digitales a un colectivo cada vez más amplio, ya casi universal, que además accede a estos contenidos con cada vez más frecuencia.

Los dispositivos móviles, y concretamente, el móvil frente a la tableta electrónica, han generalizado el uso constante de internet y facilitado un acceso continuo a diversidad de contenidos que han facilitado la rápida generalización tanto del uso de internet como del consumo de contenidos.

(Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI)

 (Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI) 

Tendencias en hábitos y actitudes de consumo de contenidos

En un caso concreto, como es el del consumo de películas, series, etc. se puede observar cómo la implantación de nuevos operadores en el mercado ha facilitado el sensible aumento en la frecuencia con que la población consume diariamente este tipo de contenido.

Si bien todos los tipos de contenidos digitales han visto incrementada su tasa de consumo, hay dos casos que representan dos tendencias contrapuestas: los contenidos formativos, y la prensa escrita online.

En el primero de los casos, un consumo que apenas empezaba a vislumbrarse hace un lustro se ha disparado de manera que en la actualidad es uno de los contenidos más demandados por la población (contenidos formativos dentro un mayor espectro de intereses y motivaciones).

Frente a la expansión del consumo de contenidos formativos, la prensa escrita online vive un cierto estancamiento debido a que la pujanza del resto de tipos de contenidos favorece que los segmentos de población más jóvenes vayan abandonado el hábito de la consulta frecuente de prensa online, que va quedando como un tipo de contenido que pierde relevancia entre la población con edades menores de 55 años. El comportamiento de los más jóvenes hace pensar que esta situación se podría ir intensificando en el futuro por cuanto es el segmento de población donde el descenso de consumo ha sido más amplio.

El móvil ha adquirido un papel predominante en el consumo de contenidos digitales y se sitúa como uno de los dispositivos principales que utilizan las personas para su consumo de contenidos, debido a su conectividad a internet con tarifa de datos, su extrema portabilidad, pero también su multifuncionalidad que facilita la posibilidad de accesos a múltiples contenidos.

 (Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI) 

Digitalización y bienestar

A Internet, las nuevas tecnologías y los contenidos digitales se le atribuye un amplio número de ventajas que, además, son muy relevantes por su elevado impacto en el día a día.

Las nuevas tecnologías y sus implicaciones se han evidenciado, aún más si cabe, durante la pandemia y el confinamiento, que ha contribuido a que la población destaque la importancia del mundo digital en nuestra cotidianidad. Las nuevas tecnologías habrían facilitado el acceso a la información, posibilitado la comunicación interpersonal en casi cualquier momento y circunstancias, han fomentado la formación en línea, permitido el trabajo en remoto, y permitido el acceso a entretenimiento de calidad. 

Sin embargo, el nivel de bienestar que genera la tecnología evidencia en mayor medida, a su vez, los temores que ya venía despertando desde los inicios: el aislamiento social que podría producir en los casos más extremos ya que, aunque internet facilita el contacto continuo, también se percibe que puede producir un cierto ensimismamiento del entorno inmediato a favor del entorno digital; y la protección de la intimidad, que no está claro que se proteja adecuadamente en el entorno digital.

Estos aspectos negativos han contribuido a superar una fase inicial de fascinación con Internet y las nuevas tecnologías haciéndonos más conscientes de los múltiples y significativos inconvenientes. Por tanto, es necesario que la digitalización esté al servicio del bienestar humano, generando oportunidades igualitarias, una alfabetización digital generalizada y que existiera una fuerte seguridad digital.

Familiaridad digital

Las personas han ido desarrollando familiaridad con el entorno digital de manera que se han ido acercando a las nuevas tecnologías a medida que han ido necesitando la adopción de conocimientos para poder funcionar en su vida diaria.

La creciente centralidad de Internet y de las nuevas tecnologías en nuestra cotidianidad ha confirmado que las competencias digitales son muy diversas, y que de ellas depende en buena medida el aprovechamiento que estos puedan realizar de las oportunidades que proporciona Internet y las nuevas tecnologías.

La incorporación de distintos productos tecnológicos ha contribuido a que las personas nos habituemos a realizar cada vez más acciones a través de internet, que hasta hace no mucho resultaban más difíciles (ejemplo: transferir dinero cómodamente con Bizum).

En general, las personas se sienten bien capacitadas para afrontar los retos que las nuevas tecnologías puedan acarrear. Sin embargo, no se puede olvidar que persisten aún bolsas de población que actualmente están alejadas de las nuevas tecnologías y, por tanto, del consumo de contenidos digitales. Aunque sean minoritarias, las especiales características concurrentes que mencionamos al comienzo de este artículo (personas de mayor edad del entorno rural con estudios inferiores) contribuye al efecto de gueto social en un segmento determinado de la sociedad.

 

(Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI)

(Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI)

(Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI)

Menores y jóvenes

El hecho de que los menores y jóvenes sean nativos digitales y que convivan con las nuevas tecnologías desde el principio facilita un vínculo de familiaridad con las nuevas tecnologías que hace que la gran mayoría se sienta preparada para poder llevar a cabo sus estudios reglados.

Además, su nivel de familiaridad con actuaciones relacionadas con la seguridad digital es elevado y se muestran capaces de realizar varias acciones tendentes a su autoprotección en el entorno digital.

Ante los posibles riesgos y peligros que puedan surgir de esto, parece que la forma adecuada de afrontarlos no pasa tanto por maximizar las competencias en nuevas tecnologías sino en promover y concienciar sobre hábitos adecuados en el uso de las mismas.

El impacto de la COVID-19 en el consumo de contenidos digitales

La crisis de la COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de la conectividad digital en la vida diaria en sus diversos aspectos. La infraestructura digital fue fundamental para mitigar el impacto de las restricciones para quedarse en casa. Esto ha permitido que podamos seguir realizando actividades como el trabajo en remoto, la atención médica y educación, y ha favorecido el crecimiento de sectores como el comercio electrónico.

Obviando las repercusiones de la digitalización forzada a la que se vieron obligadas las diversas instituciones y organismos, como los centros de formación o las empresas, en lo que se refiere al consumo de contenidos digitales la COVID-19 ha servido de refuerzo de una tendencia que ya se venía dando durante este último lustro.

No sólo aumentó el uso de contenidos digitales durante el confinamiento sino, que, además, una vez finalizado el confinamiento domiciliario buena parte de la población ha mantenido pautas de consumo de contenidos digitales superiores a los que tenía antes de la crisis socio sanitaria.

Salvando la bolsa de población con menos familiaridad con el entorno digital y más alejada del consumo de contenidos digitales, la pandemia ha actuado como acelerante de procesos sociales como el teletrabajo, la formación en línea o la digitalización en general.

En resumen, la pandemia ha provocado que la tecnología adquiera aún más relevancia dentro de los planes de transformación social de España a todos los niveles, sanitarios, empresariales, educativos, etc.

(Gráfico de la nueva edición del estudio sobre uso y actitudes sobre contenidos digitales en España por el OCTSI) 

Puedes consultar el análisis completo aquí.

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Sobre el Autor

Paula Martín

Paula Martín

Consultora de Marketing y Comunicación.

Responsable de Comunicación y Ventas, además de Community Manager.

Técnico superior en Gestión de Ventas y Espacios Comerciales, y técnico superior en Marketing y Publicidad, con experiencia en varias empresas del sector.

Amante de la psicología y la filosofía como estilo de vida, y del marketing como forma de comunicación de las empresas.

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