Las relaciones con nuestros clientes forman parte de nuestro día a día y es lo que constituye la base de nuestros negocios. Con lo cual contar con herramientas de gestión apropiadas y eficientes hacen que esta actividad sea aún más sencilla y podamos conocer un poco más sobre las personas o clientes con los que nos relacionamos a diario.

En un CRM (en inglés Customer Relationship Management, o Gestión de las relaciones con clientes) podemos centralizar en una base de datos única toda la información relevante de nuestros clientes, y así poder saber con anticipación cuáles son sus necesidades.

Sabemos que Internet of Things  (IoT) está suponiendo hoy en día una revolución auténtica tanto en la manera de hacer negocios como en nuestra vida personal. A los objetos tradicionales se les está agregando la inteligencia suficiente para poder recoger información y compartirla. Pulseras, electrodomésticos, sensores de todo tipo, ya son accesibles y controlables a través de Internet.

En anteriores ocasiones ya habíamos explicado qué es el Big Data, y sabemos que consiste, de forma breve y concisa, en grandes cantidades de datos complejos y variados que requieren de la aplicación de técnicas y tecnologías avanzadas para que se puedan capturar, almacenar, distribuir, gestionar y analizar adecuadamente.

El Big Data o análisis de datos supone el presente y el futuro en las empresas ya que es una tecnología que nos va a permitir poder analizar toda la información que se haya recopilado y, a partir de ella, sacar conclusiones y tomar las respectivas decisiones.

Una de las plataformas de Big Data más utilizadas es Pentaho. Pentaho BI Suite es el conjunto de aplicaciones pensadas para generar Inteligencia Empresarial o BI, que incluye herramientas integradas para realizar informes, minería de datos o ETL, entre otras cosas.

Hoy en día son muchos los empresarios que hacen uso de herramientas para la gestión de sus negocios.

Una de ellas es el CRM que, como sus siglas indican (Customer Relationship Management),  permite llevar un control de las relaciones con los clientes y contactos de la empresa, además de gestionar los procesos internos de la misma (incidencias, facturas, pagos realizados…), pudiendo tener toda la información centralizada y organizada en un mismo lugar.